Programa de Conservación, Propagación y Uso de Semillas Nativas en Peligro de Extinción

viernes, 16 de diciembre de 2016

Misión Verdad





Este es el negocio: te regalamos semillas, tú las siembras, 
comes y siembras otra


El periódico comunero Piedemonte es impreso por la gente de Atención al Ciudadano del IVIC. El jefe de la oficina, compai Rukleman Soto, nos ha propuesto lo siguiente: imprimir un número especial, reproduciendo un material reciente sobre una comunidad que se ha dedicado a sembrar semillas campesinas en Barinas, y adjuntándole a ese material varias de esas semillas, recolectadas allá mismo y en otros lugares, para la gente que de verdad vaya a sembrarlas, pero para ya mismo. Es un número especial que viene con unas semillas de tapirama, o unas semillas que vienen con un folletico explicativo.

Las tapiramas y ciertos maíces que usted siembre HOY producirán semillas hacia abril/mayo, cuando se supone que comienzan las lluvias (si al Niño le da la gana). En ese entonces usted deberá recoger esos granos, comerse una parte si le provoca y sembrar el resto. Así que, sacando algunas cuentas irresponsables, una sola semilla de estas puede producir varias decenas de kilos de granos para su consumo a lo largo del año. Lea en el periódico que acabamos de enlazar de dónde sale esa cuenta.

De paso no se trata de cualquier caraota comercial: son semillas en peligro de extinción que haríamos bien en reproducir masivamente. ¿Por qué? Van dos respuestas. Una militante para los militantes: esas semillas tienen enorme valor nutritivo y político/cultural/patrimonial, ya que se trata de leguminosas ancestrales, nativas, limpias; cada kilo de estas caraotas que usted distribuya o consuma es un kilo menos para la industria perversa de los alimentos.

La segunda respuesta es para tanto cabeza e machete que pulula por ahí, de este bando y del otro: esta semilla es bueno sembrarla y propagarla, peazo e mamagüevo, porque si tú, tus vecinos o tu gente cercana producen suficientes caraotas ya nadie en tu familia o tu comunidad tendrá que pagarlas a 1.500 bolos en el mercado.

Esta no es una iniciativa gubernamental; es una idea que están difundiendo unas pocas personas, a manera de 1x10 pero no electoral sino productivo: usted siembra estas semillas, las multiplica, se come una parte y vuelve a sembrar las demás. Una idea que no acabará con la escasez ni la especulación con los granos en el país, pero que puede resolverle la papa a varios centenares de familias, si esas familias (la suya y otras tantas) quieren.

No es cualquier pepa comercial:
es semilla nativa en peligro
de extinción

Estamos en el umbral de algo parecido a una hambruna, dice Walter Lanz (se han juntado la sequía veranera habitual con el fenómeno del Niño, el sabotaje generalizado y el descenso de los precios del petróleo) y esto no se combate con discursos sino con músculo y voluntad. Este es parte de nuestro pequeño aporte a ese esfuerzo, una iniciativa que debería producir, si ustedes le ponen cariño, CERCA DE 600 KILOS DE CARAOTAS SILVESTRES EN EL TRANSCURSO DEL AÑO.

Entonces A PARTIR DEL LUNES 1 DE FEBRERO a recoger sus semillas y su folleto explicativo dependiendo de la ciudad donde vivan. Poco a poco iremos creando puntos de entrega de semillas en otras ciudades y poblaciones.

Otra cosa: en esos puntos habilitados ustedes recibirán las semillas y el boletín, y llenarán un formato para saber dónde y en qué condiciones serán sembradas esas leguminosas, que como dice en el folleto, tienen un enorme valor nutricional, pero además un valor patrimonial y cultural. No te entregaremos cualquier pepa comercial: te estamos entregando semilla nativa en peligro de extinción. Vamos a echarte una mano para que nazcan y se reproduzcan todas; tal vez alguna no lo logre, no es para echarse a morir. Pero de pana, de corazón te pedimos: si no tienes dónde ponerla o cómo regarla y atenderla entonces mejor démosle el chance a otros.

http://misionverdad.com/

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