Este es el negocio: te
regalamos semillas, tú las siembras,
comes y siembras otra
El periódico comunero
Piedemonte es impreso por la gente de Atención al Ciudadano del IVIC. El jefe
de la oficina, compai Rukleman Soto, nos ha propuesto lo siguiente: imprimir un
número especial, reproduciendo un material reciente sobre una comunidad que se
ha dedicado a sembrar semillas campesinas en Barinas, y adjuntándole a ese
material varias de esas semillas, recolectadas allá mismo y en otros lugares,
para la gente que de verdad vaya a sembrarlas, pero para ya mismo. Es un número
especial que viene con unas semillas de tapirama, o unas semillas que vienen
con un folletico explicativo.
Las tapiramas y ciertos
maíces que usted siembre HOY producirán semillas hacia abril/mayo, cuando se
supone que comienzan las lluvias (si al Niño le da la gana). En ese entonces
usted deberá recoger esos granos, comerse una parte si le provoca y sembrar el
resto. Así que, sacando algunas cuentas irresponsables, una sola semilla de
estas puede producir varias decenas de kilos de granos para su consumo a lo
largo del año. Lea en el periódico que acabamos de enlazar de dónde sale esa
cuenta.
De paso no se trata de
cualquier caraota comercial: son semillas en peligro de extinción que haríamos
bien en reproducir masivamente. ¿Por qué? Van dos respuestas. Una militante
para los militantes: esas semillas tienen enorme valor nutritivo y
político/cultural/patrimonial, ya que se trata de leguminosas ancestrales,
nativas, limpias; cada kilo de estas caraotas que usted distribuya o consuma es
un kilo menos para la industria perversa de los alimentos.
La segunda respuesta es para
tanto cabeza e machete que pulula por ahí, de este bando y del otro: esta semilla
es bueno sembrarla y propagarla, peazo e mamagüevo, porque si tú, tus vecinos o
tu gente cercana producen suficientes caraotas ya nadie en tu familia o tu
comunidad tendrá que pagarlas a 1.500 bolos en el mercado.
Esta no es una iniciativa
gubernamental; es una idea que están difundiendo unas pocas personas, a manera
de 1x10 pero no electoral sino productivo: usted siembra estas semillas, las
multiplica, se come una parte y vuelve a sembrar las demás. Una idea que no
acabará con la escasez ni la especulación con los granos en el país, pero que
puede resolverle la papa a varios centenares de familias, si esas familias (la
suya y otras tantas) quieren.
No es cualquier pepa
comercial:
es semilla nativa en peligro
de extinción
Estamos en el umbral de algo
parecido a una hambruna, dice Walter Lanz (se han juntado la sequía veranera
habitual con el fenómeno del Niño, el sabotaje generalizado y el descenso de
los precios del petróleo) y esto no se combate con discursos sino con músculo y
voluntad. Este es parte de nuestro pequeño aporte a ese esfuerzo, una
iniciativa que debería producir, si ustedes le ponen cariño, CERCA DE 600 KILOS
DE CARAOTAS SILVESTRES EN EL TRANSCURSO DEL AÑO.
Entonces A PARTIR DEL LUNES
1 DE FEBRERO a recoger sus semillas y su folleto explicativo dependiendo de la
ciudad donde vivan. Poco a poco iremos creando puntos de entrega de semillas en
otras ciudades y poblaciones.
Otra cosa: en esos puntos
habilitados ustedes recibirán las semillas y el boletín, y llenarán un formato
para saber dónde y en qué condiciones serán sembradas esas leguminosas, que
como dice en el folleto, tienen un enorme valor nutricional, pero además un
valor patrimonial y cultural. No te entregaremos cualquier pepa comercial: te
estamos entregando semilla nativa en peligro de extinción. Vamos a echarte una
mano para que nazcan y se reproduzcan todas; tal vez alguna no lo logre, no es
para echarse a morir. Pero de pana, de corazón te pedimos: si no tienes dónde
ponerla o cómo regarla y atenderla entonces mejor démosle el chance a otros.
http://misionverdad.com/
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